ojalá!

17 Mar

Cuando salgo por la mañana del garaje, me encuentro justo enfrente de casa con una enorme tapia, que a veces me da los buenos días con nuevos grafitis y divertidas pintadas, poniendo en marcha mi imaginación de camino al trabajo.  Expresiones  como “TQ pequeña” o  “Vuelve Paco” me proporcionan material más que suficiente  para distraerme inventando  historias sobre las personas  que hay detrás de ellas.

Sin embargo, esta mañana no fue una de esas  pintadas que desgraciadamente borran con tanta rapidez, volviendo  a  dejar  mi  tapia como un  encefalograma  plano,  la que puso en marcha mi cabeza, sino un pequeño Fiat amarillo que de tan lleno de polvo, los cristales parecían opacos y el amarillo chillón de la pintura se había convertido en un amarillo huevo, en cuyos cristales leí  lo siguiente: “Ojalá mi novia fuera la mitad de guarra que tú”.

 Me pareció tan ocurrente y  divertida  que me quedé pensando en ella toda la mañana, pensando en  la frescura y desinhibición del  chico al  que se le hubiera ocurrido  semejante metáfora, que bien  podría ser  cualquiera  de los jóvenes  que conozco, entre ellos mis hijos y bueno, gracias a dios, muchos de mis amigos no tan jóvenes. Me sonrío  al pensar en las caras que con cariñosa desesperación ponen mis hijos cuando les pido que lean algunos de mis poemas.Como a mucha gente, les cuesta trabajo entender las metáforas o imágenes visionarias como las llama Carlos Bousoño, que aparecen en mis versos. Sin embargo esta metáfora coloquial seguro que la entienden y les divierte, sobre todo, porque no la he escrito yo  y pueden distanciarse emocionalmente de ella  lo suficiente.

la foto

“Ojalá mi novia  fuera la mitad de  guarra que tú”, el error interpretativo al que descaradamente obliga esta ingeniosa  frase  es  esencial  para comunicar lo que seguramente  deseaba su autor y lo conseguía, vaya si lo conseguía. La sorpresa y economía expresiva  son características de lo poético e intensifica la significación de lo que deseamos decir, nos individualiza aunque paradójicamente el sentimiento sea universal. La palabra “guarra” pudiendo ser de lo  más ofensivo  dirigida a una mujer en el plano racional, sería entendida  sin embargo, en este caso ,de forma positiva  por la mayoría de las mujeres, al menos, de las mujeres que conozco .

Es en  la utilización metafórica del lenguaje coloquial  cuando precisamente la persona se manifiesta con más espontaneidad, como en el sueño,  e incluso a veces en el “lapsus linguae”, donde nuestra inteligencia emocional e intuitiva nos da un alegre respiro a tanta verdad  racional,verdad que emplea frecuentemente  un lenguaje  encorsetado  e hipócritamente  manipulado, como es el caso del discurso político (y no me voy a ir por aquí porque vomito), donde  con engañosos juegos metafóricos que no les divierte a nadie, intentan convencernos de cualquier cosa sin conseguirlo, principalmente porque no alcanzan  ya a  emocionarnos ni lo más mínimo. Idiotas.

La ecuación metafórica  tanto en el lenguaje coloquial como poético, se basa solo en la emotividad, en una coincidencia objetiva no consciente donde el sentimiento que produce se aproxima al sentimiento que conocemos o deseamos. Por eso la irracionalidad es característica de la poesía contemporánea como el pensamiento irracional es  esencial para entenderla, y pese al miedo que nos produce aceptarlo, es de la mejor forma que entendemos lo que nos sucede cuando sentimos. Es necesario dejarnos llevar por la emoción sin buscar con la razón ninguna semejanza lógica,  pues la razón nunca la encontrará,  como nos pasa cuando por ejemplo  un amigo te pregunta: “¿pero qué coño has visto en esa tía?”, y eres incapaz de explicárselo, o cuando una amiga te dice al entrar un tío en el  Starbucks donde tomáis un café: “mira, ese tío está cañón”. ¿Qué tiene que ver un tío con un cañón?,  diría el protagonista de la serie de televisión  Big Bang Theory.

En principio, ni siquiera esa chica encontrará  palabra o situación alguna de semejanza que pueda equiparar un cañón con un tío para explicarse, si no es mediante asociaciones a nivel emotivo y de forma simbólica, donde nuestra capacidad de sentir  nos permite las claves para poder entender estas cosas. Como sucede en la fraseología coloquial, animada siempre por un espíritu alógico y  tan de moda (yo diría que necesario), en nuestros días. Y eso que ya  San Juan de la Cruz, cuya obra buscaba  en lo más escondido y oscuro del alma,  utilizaba la imagen visionaria o metáfora irracionalista propia de la poesía contemporánea  como claves para entendernos.

La poesía y el lenguaje poético rozan nuestros deseos y pensamientos más íntimos, admitámoslo  públicamente. Deseos que a su vez son tan  universales  como para expresarlos en los cristales de un coche  lleno de polvo. Un coche que rápidamente podremos lavar con científicos razonamientos si la emoción nos abruma, aunque los bajos, como nuestra necesidad de comunicar esos sentimientos, sigan ahí, llenos de barro.

Y ahora, antes de cargarme en mi próxima entrada  el “Ojalá” de esta frase, hablando del  paso que une y separa deseo y realidad, voy a darme un baño, que estoy hecha una guarra.

2 respuestas to “ojalá!”

  1. Avatar de An.
    An. mayo 5, 2013 a 12:41 #

    ¡Ja, ja! Absolutamente genial. Me encanta tu incorrección política. Sheldon (el genial protagonista de ‘Big Bang Theory) se equivoca: me imagino que un tío puede estar cañón, y la imagen es muy representativa (aunque no soy muy partidario de ellas, se pueden incluir aquí todas las implicaciones psicoanalíticas más de andar por casa que se quieran). Me cuesta aplicarla a las mujeres, pero entiendo el punto de vista. Las metáforas cotidianas son impagables. Y, al final, todo es metáfora, ¿no crees?

    • Avatar de chelinalcayde
      ch mayo 11, 2013 a 11:36 #

      Eso es! Eso mismo es lo que yo creo, todo es metáfora porque la metáfora es la parte de verdad que hay en la realidad. Pero cuando digo esto la gente me mira como si fuera de otro planeta, joé! Las metáforas cotidianas son la leche. La leche porque nos facilitan decir las cosas que sentimos día tras día de manera que no nos avergoncemos al hacerlo, o no?
      Mira, a veces, se exasperan con mi forma de expresarme o de ser (más de una bronca…), y es que yo «vivo imaginada«, como digo en un poema. Creo que tú puedes entender lo que quiero decir, vivo y traduzco la cotidiana realidad en clave metafórica, para mí es lo más sencillo, bueno, la forma en que me entiendo mejor, que es cuando me meto en la bañera e intento descodificar mi clave para hacerme entendible. Por cierto, tengo un baño a medio terminar sobre “realidad y verdad”, a ver… me has dado una idea. Besos.

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