borrador
Cada vez que releo un post subido al blog, ya sea un poema, una de esas reflexiones de bañera o cualquier otro escrito, veo nuevos fallos de todo tipo, ortográficos, sintácticos, de contenido… y me es imposible dar por definitivo o acabado ninguno de ellos. Para evitar la inseguridad que este puto perfeccionismo me provoca, suelo pensar que subo borradores de textos que están en espera de una última revisión, que haré, cuando pasen a formar parte de un libro de ensayos, relatos o sabe dios.
De repente, a modo como imagino le pasó a Newton con su manzana, me ha venido una idea y he entrado en estado de pánico, ¿es mi vida un continuo borrador?
…
Y es curioso que me haya planteado esto justo ahora, cuando nunca he sido tan consciente de mi vida, de sentirme viva. Acaso sea por eso.
A Newton le cayó un borrador de manzana, Chelín, y a nosotros cualquier día nos cae un borrador de verdad. De pizarra.
Genial, auténticamente genial, jajaja, verdad. Muchos besos.
La consciencia plena conlleva su pequeña angustia pero es dulce, querida mía!
Muy dulce. Además, acaso no es la vida eso?