la lechera
Por fin he podido concentrarme. He estado toda la tarde trabajando en la tesis, un gustazo. Mientras consulto diferentes publicaciones y sigo perfilando un modelo de ficha para los índices, voy deteniéndome en los agradecimientos y dedicatorias que aparecen en cada una de ellas. Me gusta imaginar las historias que hay detrás de esas palabras. No sé, son palabras que me saben a poemas. Y me sorprendo románticamente melancólica preguntándome a quién dedicaré mi tesis, a quiénes les agradeceré, si habrá quién me caliente los pies…Por un momento me he visto como la protagonista del cuento de la lechera. ¡Seré boba! pensando en el final y aún no tengo ni cántara ni leche…
Te equivocas, querida amiga. Tienes cántaro y tienes leche, lo que te falta es llegar al destino final con la paciencia y dedicación necesarias. No creo que nadie pudiese embarcarse en proyectos de esa magnitud (realizar una tesis doctoral con 25h de docencia a la semana), sino tuviese las dosis justas de ilusión que alimentan tus días con jornadas de gratificante trabajo, y conocimiento adquirido.
Ah! y estoy segura de que tu dedicatoria y agradecimientos prometerán sorpresas…
Ánimo, Chelín.
sorpresas seguro, ya me conoces.Gracias, no te alejes,eh? besitos
Bueno, soñar con los sueños no es nada malo y el cuento de la lechera no siempre acaba con el cántaro roto😄
verdad! pero…estamos hablando del mismo cuento? una sonriente carita