historias
Se me viene a la cabeza mientras leo y releo en estas revistas artículos, reseñas y críticas de diversas historias, algo que pensé hace tiempo: la idea de que las historias no se terminan nunca, a lo más, se transforman en otra cosa. Y pienso en las historias que yo he vivido. En algunas tal vez sea cierto y lo que pudo empezar como amistad se transformó en amor o lo que pudo comenzar en admiración se transformó en decepción, por ejemplo. Pero otras…en otras caigo en la cuenta que (y en estas no nos engañemos, no hay nada de tal vez), que todas estas historias habían terminado ya, antes incluso de que empezaran. Pienso que todo está escrito desde el principio. Y no creo que sea una postura determinista. En verdad sabemos cómo van a acabar nuestras historias desde un principio, y que acaso nuestra esperanza, otros lo llaman ilusión, yo lo llamo nuestro ego, confundidamente ,nos haga abrigar el deseo de poder cambiarlas, cuando paradoja de paradoja, sabemos realmente que no es lo que queremos.
Estoy casi totalmente de acuerdo contigo. Como tú bien dices, las historias se transforman y es justo ese proceso el que no podemos controlar. Yo, como tú bien sabes, siempre me sorprendo ante los cambios inesperados que modifican mis certezas, expectativas e ilusiones. La realidad, en algunos casos, me hace ser optimista, como, también, tu bien sabes… Un beso, Chelín.
Yo bien sé…qué bueno entenderse sin ni siquiera hablar. Un beso rubia.