diario tesis – octubre 9

12 Oct

 suerte

     a mis hermanas 

Me he dado un baño de esos que tanto me gustan y mientras el chorro del grifo iba haciendo subir la espuma hasta los bordes, me he puesto a pensar. Pensaba yo (pensaba en muchas cosas menos en ponerme a trabajar),  que eso de “tener suerte” era algo muy confuso, que habría que aclarar lo que se entiende por tal expresión. Para mí, que la gente te diga que “qué suerte” por ejemplo, por conseguir un premio o una medalla después de haberte partido los cuernos por conseguirlo, pues que no, que yo la verdad,  a eso no lo llamaría suerte. (Pongo estos ejemplos para no adentrarme en casos y cosas más serias de la vida, que bueno…). A lo que iba,  ¿es eso tener suerte? Pensando en algo que me ocurrió hace un par de semanas (desde mi bañera  lo veo ahora con cierta perspectiva), me pregunto cómo puede ser que un mismo hecho le pueda parecer que es un acto de buena suerte a una persona, y a otra le resulte todo lo contrario.  Es más, afinando un poquito: ¿cómo una misma  persona puede interpretar el  mismo hecho de forma opuesta, tener buena o mala suerte,  según el estado o momento en que se encuentre o este suceda?. Es fácil comprobar que esto nos pasa continuamente, y algo digamos tan, tan versátil no creo que pueda entenderse como –tener suerte-. Se  podría admitir  a lo sumo, si  a tal expresión le  correspondiera  un significado algo más amplio, donde el “tener suerte” llevase implícito un “qué envidia” o un  “si yo hubiera…”. Pero bueno, para que  esta idea pasada por agua no acabe pareciendo una postura un tanto cioranista ante la vida, podríamos decir  que la suerte existe. Sí. Cierto tipo de suerte existe, indudablemente. Pero la suerte esa que todos reconocemos en otro y que nos llena de envidia o admiración, admitámoslo, es solo aplicable a aquellos que han tenido la suerte o los cojones, de buscar la suerte.

.

Nota: tengo dos hermanas de sangre a las que quiero con toda mi alma. Pero tengo muchas otras a las que quiero tantísimo. Es una suerte, la verdad.

diario tesis – octubre 3

5 Oct

mándala

Me decía esta tarde un amigo (yo le hablaba de cierto malestar), que lo mejor de ser gay es el  estar desprovistos de esa carga moral que tenemos los hetero, pues para ellos  no hay escrito un código.  Un anticuado código moral de creencias y costumbres ancestrales que la mayoría de las veces, pesa como roca. Y cuando observó con cuánta envidia lo miraba me dijo:

-Y  no te quejes tía,  que será porque no  tenemos muchas otras  cosas malas…

-Ya, ya. -Le dije, –pero la verdad es que si no fuera por la carga de mi historia seguro que probaría a hacerme lesbiana, porque…-Y pasó un tío a nuestro lado tan atractivo que nos hizo girarnos a los dos.

-Ya, ya! -dijo él mirándolo. Y nos pusimos a reír.

mandalaPero ahora que lo pienso, en serio que no sé si se lo decía de broma o no.

diario tesis – octubre 2

2 Oct

la lechera

Por fin he podido concentrarme. He estado toda la tarde trabajando en la tesis, un gustazo. Mientras consulto diferentes publicaciones y sigo perfilando un modelo de ficha para los índices, voy deteniéndome en los agradecimientos y dedicatorias que aparecen en cada una de ellas. Me gusta  imaginar las  historias que hay  detrás de esas palabras. No sé, son palabras que me  saben a poemas. Y me sorprendo románticamente  melancólica preguntándome  a quién dedicaré mi tesis,  a quiénes les agradeceré, si habrá quién me caliente los pies…Por un momento  me he visto como la protagonista del cuento de la lechera. ¡Seré boba! pensando en el final y aún no tengo ni cántara ni leche…

diario tesis – septiembre 29

29 Sep

diario tesis – septiembre 29

 Después del último post que subí me quedé un poco así…como sin ganas de escribir, chafada, tristona…¿tan malo es decir lo que se piensa? Nunca he sido totalmente  consciente de la facilidad con la que mucha gente dice siempre lo contrario de lo que piensa. Y a mi, con la impulsividad que me caracteriza  y con  esto de no saber callarme, así me va. Que pensándolo bien,me va muy bien. Conque… a qué callar.

“Canciones para hacer el amor o lo que sea”  Seguir leyendo

diario tesis – septiembre 24

24 Sep

al pelo

He recibido un comentario en mi correo privado  sobre  dos de los últimos posts que he subido al blog. Me viene al pelo porque estoy haciendo una clasificación de canciones un tanto peculiar, y bueno, podría ser que esta clasificación  escandalizara a más de uno/a, aunque mi intención es divertirme y poner algo de humor que nos  sirva para sonreír , aunque después de esto…me explico: Seguir leyendo

diario tesis – septiembre 22

22 Sep

Entre tanto clasificar artículos y  autores, organizar índices y elaborar modelos de fichas para el vaciado de las revistas, yo, que de por sí me gusta tenerlo todo bien organizado y definido, estoy adquiriendo una deformación que a ver por dónde salgo.  Ahora, cada vez que hago algo, me sorprendo averiguando cómo se podría clasificar esto o lo otro, de qué  manera será la  más efectiva, o la más original o por qué no hacerlo de forma diferente. Y pensando en esto recibo la siguiente imagen de Mafalda que me envía mi hija por whatsapp:

mafalda

Me ha  entrado la risa porque debajo me ha escrito: “de la primera persona que me he acordado es de ti”  y claro, la he llamado y nos hemos puesto a reír. Efectivamente, ninguna de las dos creemos en príncipes azules, (ni en princesas de este mismo color, obviamente), pero desde luego, si hay alguien capaz de encontrar una inmensa cantidad de diferentes tonos azules en el mar, entre ellas  estoy yo, eso seguro. Aunque también es seguro que hay muchas personas que no alcanzan a diferenciar ni  tan siquiera  un color de otro, así que no digamos de los tonos. No sé qué será peor…Y que conste que no me estoy refiriendo a los daltónicos, que bueno.

diario tesis – septiembre 21

22 Sep

explicaciones

Ayer viernes por la mañana alguien me decía con gesto desdeñoso que por qué me había comprado un Mac si no sabía utilizar tal o cual programa. Le comenté casi disculpándome,  que porque estaba aprendiendo, que para el trabajo, (ahora todo lo tenemos que llevar informatizado) y mi operación de espalda, me venía muy bien. Que también para la tesis, con mis  idas y venidas a la biblioteca de la facultad, además de los viajes, me resultaba mucho más cómodo. Incluso creo que  traté de hacerle una comparación con la diferencia de conducir un buen coche, (aunque ya se estaba dando la vuelta y fui consciente que le estaba hablando a su espalda).  Le daba mi opinión sobre la  diferencia de cómo un buen coche  te desliza con suavidad  por las curvas de la carretera a la vez que se agarra al asfalto con firmeza,  la sensación de plenitud al volante y… cuando finalmente vi su estrecha espalda por completo,  pensé en cuán estúpida era dándole tantas explicaciones, cuando en verdad la razón principal por la  que  me lo había comprado era porque  me había salido de las tetas.

Y ya lo sé. Ahora otro alguien vendrá con que una señora no puede decir estas cosas, verdad? Pues vale, diré entonces lo que diría si yo fuera un señor y no una señora: me lo compré porque me salió de los cojones. ¿ Así mejor?

diario tesis – septiembre 19

22 Sep

historias

Se me viene a la cabeza  mientras leo y releo en  estas revistas artículos, reseñas y críticas de diversas historias, algo que pensé hace tiempo:  la idea de  que las historias no se terminan nunca,  a lo más, se transforman en otra cosa. Y pienso en las historias que yo he vivido. En algunas tal vez sea cierto y lo que pudo empezar como amistad se transformó en amor o lo que pudo comenzar en admiración se transformó  en decepción, por ejemplo. Pero otras…en otras caigo en la cuenta que (y en estas no nos engañemos, no hay  nada de tal vez), que todas estas historias  habían terminado ya, antes incluso de que empezaran. Pienso que todo está escrito desde el principio.  Y no creo que sea una postura determinista. En verdad sabemos cómo van a acabar nuestras historias  desde un principio, y que acaso nuestra esperanza, otros lo llaman ilusión, yo lo llamo nuestro ego, confundidamente ,nos haga abrigar el deseo de poder cambiarlas, cuando paradoja de paradoja, sabemos realmente que no es lo que  queremos.

diario tesis – septiembre 17

17 Sep

diario tesis – septiembre 17

balance

Ayer noche, mientras me daba uno de esos baños que tanto me gustan, hacía un pequeño balance de cómo me había ido mi primera semana de la tesis, y ciertamente,  aunque la balanza en cuanto al progreso de la investigación se inclinaba hacia el lado de lo “desastroso”, la conclusión a la que llegué fue todo lo contrario. Para que se entienda por qué la conclusión fue tan distinta a la lógicamente esperada, trataré de contaros una historia que, por lo inverosímil de la misma, estoy segura pensareis de mí como el Quijote de Sancho: “ o esta miente o esta sueña”. Aunque os aseguro que fue algo tan  “casual” como la vida misma. Seguir leyendo

diario tesis – septiembre 13

15 Sep

Teníamos reunión de departamento y vaya tela. Intervine para comentar que no me parecía indicada una actividad propuesta, (la encontraba demasiado elevada para el nivel al que iba dirigido o en todo caso, a mi modo de ver.  la formulación de la actividad no estaba bien elaborada). Ante mi observación, la compañera que había diseñado la  actividad  me contestó tan a la defensiva que más bien parecía que le hubiera hecho una crítica  hacia algo suyo personal. Le argumenté entonces las razones pedagógicas por las que yo entendía que esa actividad  no era la indicada, y ella  intentó restar seriedad a estas observaciones comentando que bueno, que se podría poner “algo así”,  que la terminología no importaba. Cosa que no me pareció seria. Intervino un tercer compañero (este creo que  había colaborado en la actividad), para decir  que yo no podía imponer mi forma de pensar si algo no me parecía bien.       -¿Imponer? –dije.

Esta observación fue la que me hizo cambiar el tono de la conversación mostrándome enfada, no porque no aprobaran mi opinión, sino por las actitudes tan a la defensiva desde el principio de ella  y la tan manipulativa, (tratando  de defender su postura  haciéndome  sentir mal)  del otro. Les dejé hablar.

Mientras el corazón me hacía tum-tum-tum… Seguir leyendo