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un doce de febrero

12 Feb

doce d febrero

Un doce de febrero como hoy escribí este poema a mi hijo por su cumpleaños. Estaba estudiando en Australia, así que se lo envié por mail. Este año está viviendo en Madrid, igual que su hermana, y aunque la distancia es mucho más corta y los tres nos vemos con frecuencia, compruebo llena de orgullo y satisfacción pero con cierta nostalgia, que hace tiempo ya que funcionan con órbitas propias. Este es uno de los poemas que he escrito que más me gustan, probablemente por el cariño con que lo escribí y por lo que disfruté mientras lo hacía. Puede que para entenderlo mejor haga falta saber que M ha sido siempre un torbellino alegre y vital que nació en agosto y A, un comilón de papillas de bechamel cálido y risueño. Escribir este poema a mi hijo fue el mejor modo que encontré para decirle que pensaba en él, como hoy también lo hago.

      un doce de febrero

Era un febrero frío y húmedo

cuando alrededor de mis piernas

rotaba ya un sol de agosto que

con sus  rayos de risas

esparcía calor en pleno

invierno, y entonaba nubes

que aplacaban tormentas.

Y en ese febrero, al sol se le

sumó una luna de bechamel

y entre los dos crearon

un universo que rompió

el tiempo y el espacio

haciéndolos fragmentos

de sal, azúcar y agua.

Y de repente un día,

(ese para el que nunca se está preparado)

en traslación los astros,

un doce  de febrero,

en las antípodas del frío,

contemplé sonriendo

cómo  todo lo que amo

pudiendo estar tan lejos,

está tan cerca.

diario tesis – octubre 69

26 Oct

y bueno, escribí esto también en el post del día 26, iba al principio de lo que he subido esta mañana, pero me daba la sensación de ser una explicación un poco…no sé. Se me ha ocurrido pensar mientras me daba un baño, que podría ser el primer aforiche que subo al blog:

  *Solo cuando llegas a asumir tus fracasos, a entenderlos, y a aceptar la posibilidad de  fracasar nuevamente, es cuando pierdes el miedo a soñar realidades. Entonces te sientes vivo, como si hubieras vuelto del mundo de los muertos, donde continúan habitando muchos de los que te rodean.

Ah, mañana quiero subir algo sobre lo que realmente me dejó fatal esta semana, un asunto de una asociación literaria a la que pertenecí hasta el pasado miércoles. Escribí un par de versos el día 19, ahora ya he digerido un poco más…

 

 

 

 

diario tesis – octubre 29

26 Oct

a propósito de

Por si alguien se ha preocupado (que no tiene por qué preocuparse nadie), por mi estado mental al leer las dos últimas entradas, voy a hacer dos, bueno, tres aclaraciones, mayormente por mí ( yo soy así de pesada, si no, que se lo pregunten a mis hijos, doy vueltas y vueltas y vueltas…):

Una: el maldito Word este me sigue corrigiendo más que mi madre, con el agravante ahora que me corrige tanto en inglés como en español, (estrenar  un Mac sin saberlo utilizar en condiciones  es lo que tiene…) así que hay algunas faltas ortográficas imperdonables que se me pasan, como el “mí” que le pongo la tilde y el puto Word me la cuela quitándosela a la primera que me doy la vuelta.

Dos: ayer tarde me compré  un paracaídas último modelo de lo más guay y encima me he apuntado a un curso intensivo de vuelo sin motor. El instructor es un buen  amigo mío, se llama Cronopio, así que hoy ya he comenzado a volar, con ala rota y todo.

Y  tres:  la fecha en la que suelo subir los posts corresponde casi siempre al día en que lo subo, pero no forzosamente, hay cosas escritas anteriormente que subo después,    ¿el por qué? Pues generalmente hay un por qué, pero me gusta dejar que lo averigüe quien lo lea. (En mi primer poemario todos los títulos de los poemas contenían letras que no aparecían en el enunciado y había que averiguarlos. Además, los títulos entre sí contenían algunos mensajes, solo visibles  para aquellos que les diera por hacer varias lecturas y en diferente orden: de atrás para adelante, pasando las páginas como si fueran dibujos animados…en fin, la verdad es que hasta hoy solo  lo sabían dos o tres personas).

Ah, el seis se me hace un nueve invertido. Pues eso.

 

 

diario tesis – octubre 21

21 Oct

cosas que cambian

Cómo cambian las cosas. Esta madrugada, con los pies en remojo después de varias horas de altísimos tacones, (venía de una boda en Córdoba), recordaba la conversación mantenida en el coche de Alfred, un amigo con el que me había vuelto a Sevilla. Seguir leyendo

a propósito del «about»

25 Jul

(He rectificado el «about» inicial. Y como puede que a nadie de los que lo leyeron en su momento, se les ocurra volver a hacerlo, lo subo como una entrada más. Ahora lo explico.)

Me han aconsejado que haga algo más cálido este blog, más personal. Y la verdad es que es un buen consejo, pues todo lo anónimo se presta a interpretaciones o suposiciones que pueden estar muy alejadas de la realidad. En este caso, de la realidad de quién soy. Seguir leyendo