ARGAN OIL
He vuelto a hacerlo.
Juré por dios, (por dios que no se puede ser más tonta),
le juré frente al espejo que no volvería a hacerlo
y hoy la he dejado allí, desconcertada.
En un anochecer templado
como nube de plomo me encontró, extraña y gris.
Mis pies volvían de pisar tierra de tumbas,
despedida de un amigo ¿quizá por eso?
(aprovecho para decir que yo quiero fuego,
que de mí no quede más que ceniza
y si es posible nada. Quiero gastarme toda).
Cuando apenas vi llegar la noche
un ejército de almohadas encontró mi cabeza
llenas de cuentos de pájaros cantores
combates medievales y un volador
de pluma extraordinaria. Volé con él
sin carné, ni escuela, vamos, una novata,
y otra vez, como si resbalase por un cielo de aceite,
volví a romperme el ala.
Y arrepentida ahora, a ella he vuelto rota
( tú sabías mitad de luna mía que en este vuelo no hay mañana )
a ella que soy yo, de la que hablaba.