parole, parole, parole…
Estoy convencida de que la hermana o mujer o amiga de Mahoma, la de Buda, y hasta la del mismísimo Jesucristo, no llegaron al potencial de iluminación de estos, de lo atareadas que estaban en mundanos pensamientos, como por ejemplo, el averiguar qué les pondrían de comer todos los días.
Claro que seguramente el señor Cañete dirá que esto no es mas que una excusa porque… —no solo de pan vive el hombre—. Ni la mujer.
Ah! que el otro día se me olvidó porque estaba en la cocina: feliz día de la madre, madres.
mientras me ducho 
Algo se debe de estar cociendo en nuestras cocinas porque, últimamente, no dejamos de disfrutar de buenas conversaciones entre fogones. Y las que nos quedan, espero. Por cierto, a ver si me pasas la última receta… ya sabes que tus platos son «food for thought». Un beso, Chelín.
Yo te paso mi última receta si tú me sigues aportando tanto alimento «for thought» como siempre haces. Ya sabes que nuestras conversaciones son,tú sabes. Y las que nos quedan. Besazo!