mi media naranja
Va y me dice un idiota anoche:—¿y tú, has encontrado ya tu media naranja? La verdad es que emplear mis razonamientos contestándole hubiera sido un esfuerzo tan infructuoso como el de tratar de explicarle a mi perro quién era Aristófanes. (Que fue el creador de esta expresión amorosa y que dicho sea de paso, tantos errores de interpretación ha sufrido a través de la historia).
Para mí, que esa “media naranja” que buscamos en el otro no es más que esa mitad nuestra que todos mantenemos escondida. Esa que incluso nos ocultamos a nosotros mismos y que en el fondo, tememos encontrarla tanto como lo deseamos.
¿Os imagináis la cara de ese tío si anoche le hubiera contestado esto?


Te vendría mejor tu media berengena. Tu amigo hablaba de eso. Y piensa lo mismo de ti. Lista
Parece por tu respuesta que estás enfadado/a, me gusta esa reacción, por qué no? Y ojalá mi amigo piense de mí lo mismo, significaría darme la razón. Que los dos tendríamos mucho más que compartir y que por las razones que fueran no lo hicimos. Gracias por esta nueva perspectiva.