Y fue feria en Sevilla. Y como cada año me dije que no la pisaría. Algo, un recuerdo de olor, me hacía pensar que no me apetecía. Pero como cada año, el aroma a primavera te emborracha y contagia de una alegría difícil de explicar. El sol calienta las aceras, y los naranjos revientan de blanco azahar, como gotas de semen dispuestas a engendrar nueva vida a toda la ciudad. Seguir leyendo
disculpas
21 AbrSí, tengo que pedir disculpas. Disculpas por la extensión y densidad de las últimas entradas. He sido bastante pesada, mi hija me lo había comentado hace unas semanas, pues dice que entradas tan largas no son propias de un blog como este y creo que tiene razón. Y ya, pero… ¿qué coño es un blog? Bueno, por el momento, para no extenderme (jeje), me quedo con que un blog es lo que a cada uno le dé la gana, que pienso, es lo más acertado. Seguir leyendo
¿Se hizo o no se hizo realidad el deseo de Paco?
18 AbrCaben tantas suposiciones como puntos de vista, tantas posibles realidades como las diferentes expectativas que respecto a ese deseo tuviese Paco, que creo recordar, lo dejamos entrando en su coche, un limpio Fiat amarillo chillón con dos portabebés en el asiento de atrás.
“Todo deseo es un disparo hacia el más allá” dice Octavio Paz, y la verdad es que la idea está muy bien, aunque el problema no es el disparo, ni siquiera lo que entendamos por el “más allá” sino desconocer el alcance que tendrá ese disparo, es decir, las consecuencias de la realización de ese deseo. Si erraremos al apuntar o si daremos con un objetivo diferente al esperado, aunque para eso están las prácticas de tiro, la puntería, la transparencia de la mirilla…como ya veremos. Seguir leyendo
¿y qué pasa cuando un deseo se convierte en realidad?
7 AbrAl final de la entrada del pasado 17 de marzo, traté de poner en entredicho con un poco de humor, mis propias argumentaciones sobre el “Ojalá” de la frase con que ilustraba las ideas allí expuestas. Pero terminando de escribirla, comenzaba ya a imaginar divertidas o no tan divertidas situaciones, que esa misma frase pudiera ocasionar al joven de tan estupenda metáfora. ¿Qué sentiría por ejemplo, en el caso de que ese “Ojalá mi novia fuera la mitad de guarra que tú” se trasladara al plano de lo real? Es decir, ¿se expresase fuera de su contexto, de su sentido metafórico? O todavía más, ¿qué ocurriría si ese ambicionado deseo se hiciera realidad?
Imaginemos que fulanito caminaba con un amigo cuando escribió su “Ojalá…”mientras iban al encuentro de unas amigas, y que felizmente, el coche aquél pertenecía a la que sería después la novia de fulanito, lo que nos haría suponer que la noche terminó siendo maravillosamente guarra. Y que tiempo después, casado fulanito con su novia (pues con ella vio cumplidos sus más eróticos deseos), al encontrarse con el amigo, este le preguntase: -¡Qué tal Paco! ¿Cómo te fue con tu novia la guarra? Seguir leyendo